22 de mayo de 2012

Minirrelato para María


Mientras sube al autobús siente el nudo en el estómago pero aguanta el tipo y sonríe conteniendo las lágrimas. Su madre no será tan fuerte y dará rienda suelta a la emoción de ver cómo su niña, aunque por una semana, abandona el nido, las alas de mamá gallinita.  Ella subirá al autobús deprisa y buscará dónde sentarse, preferiblemente en una ventanilla para poder seguir despidiéndose de su familia con la mano y mostrarles lo fuerte y lo mayor que es.  Cuando se abrocha el cinturón de seguridad, de algún modo se está desprendiendo del último cordón umbilical.  Tiene once años y mil pájaros en su cabecita preadolescente.  El autobús se aleja del pueblo veloz y ella mirará una última vez la catedral y verá de lejos el campo de fútbol donde tantas veces ha entrenado con su equipo y pensará en su hermano, inseparable, su mellizo que ahora no estará para protegerla.  El nudo en el estómago va dejando paso a un gusanillo agradable de lo que está por venir.   Un viaje a cualquier lugar es a menudo un viaje hacia uno mismo.  Una oportunidad para ser nosotros mismos o la persona que realmente queremos ser.  Sueños de libertad.  De amistades verdaderas aunque efímeras.  Otros lugares y cosas que aprender.  La sensación de estar haciendo algo grande, importante.  De distinguirse del resto. Sobre todo de las aquellas a las que dejó atrás con una mueca de envidida.  Y cuando regrese, ya estará un paso de gigante por delante de ellas.  Cuando regrese,  las sirenas se acercaran a ella con sus cánticos maliciosos a saber y a preguntar para luego desdeñar y decir que lo que ellas se han perdido no era para tanto.  Pero tú ya estás un paso por delante de las cigarras.  La hormiguita trabajadora y lista y fuerte y guapa.  Las que se quedan son reinas de un palacio invisible.  Viajar te hará mejor persona, más segura de ti misma y te darás cuenta de que nunca más tendrás que andar detrás de nadie.  Tú ya estás un paso por delante.

1 comentario:

  1. Si yo fuera María, estaría taaaan feliz de tener una hermana mayor que me escribe cuentos así...

    De vez en cuando e sdivertido dedicarle unos minutillos al aspecto del blog, ¿a que sí? Para mí es hasta un poco peligroso, se me pueden pasar los minutos (casi las horas) sin darme cuenta, con la cantidad de cosas "urgentes" que hay que hacer siempre.
    Y qué chulo este, con su taza de café y su cuaderno.

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