16 de mayo de 2011

Ritmo

O al menos intentándolo. Las dos. Probando de todo para que mejores tus noches. Leyendo libros. Cómo dormir toda la noche. Dormir sin llorar. Devorando artículos en la web. Ritmo. A las 7 teta, dos horitas despierta, aunque bosteces y te retuerzas en tu sillita relax. A las 9 siesta, de tres cuartos de hora y sin chupete. De 10h30 a 11h teta, a las 12h siesta de dos horas, ¡uy!...¡qué difícil que aguantes ese tiempo seguido tú solita y sin ayuda! Por supuesto con chupete, y lo sujetas todo el rato, si no te despiertas, en tu sueño ligero te mueves como una fierecilla, a veces gritas en sueños. Sueles despertarte después de hora y media. Te duermes en el parque. Te pongo una manta tapando el cacho por donde se cuela la tele. Mira que te gusta la tele. Teta. Paseo y si te duermes que no sea más de media hora y siempre antes de las cinco. A las 19h en la cama. A las 23h la última teta del día (pero no de la noche, me reclamarás a eso de las 3 de la madrugada). Por qué te despertarás tantas veces a lo largo de una noche. No te sabes volver a dormir solita. El chupete es tu amigo inseparable y claro, se cae tantas veces. Deberíamos desenchupetarte pero no es fácil cuando el punto de partida es el cansancio. No estoy preparada aún para dejarte llorar en medio de la noche.

Ritmo. Mi ritmo. Empezar a dejar que cuiden de ti para que yo pueda cuidar de mí. Ir a las tiendas, comprarme ropa para una boda. Hacer un cursillo con otros compañeros en la escuela. Empezar a buscar material para las clases de septiembre. Ver en el cine la última de Álex de la Iglesia con una amiga aunque me caiga de sueño. La postergada fisioterapia posnatal. Vigilar lo que como y no . Volver a montar en bici. Luchar para la pereza no gane la batalla al sexo. Recuperar la vida que había antes de ti.
Ritmo. Días trabajando sobre tu ritmo. Para que vengan ayer los obreros y me pongan tu rutina patas arriba.

Respirar hondo y empezar de nuevo.

Todo forma parte de lo mismo. Ser madre. Que las cosas no sucedan como uno quiere. Que tú seas tú y no lo que yo quiero que seas (y que no te duermas cuando yo lo necesito, un primer estadio de lo que nos espera...).

El camino de la maternidad está sembrado de altibajos.

8 de mayo de 2011

La señorita pedorreta

La señorita pedorreta
Poema a mi hija en el día de la madre

Hablo de amamantar
del sacrificio o del sacro oficio
del cansancio perenne y las noches rotas
de las manitas frías estremeciendo mi abdómen en la madrugada callada
del hambre canina despues de cada toma
de los kilos que se entretienen jugando al yoyó.
Hablo del regalo de verte dormida junto a mi pecho;
de tu olor imprescindible que es el nuestro, el de tu padre y el mío.
Hablo del paso ya del tiempo en pequeñas cosas:
la ropa, achicándose, va llenando las cajas de pañales;
tu cochecito,
ayer cuna improvisada de tus dormitares diurnos,
queda hoy relegado a su funcion de paseo.
Hablo de tus pequeños grandes logros:
mantener la cabeza para no perderte detalle del mundo,
fijar la mirada en objetos,
agarrar las cosas que te acercamos,
los gorjeos, gritos, risas,
la amplia gama de llantos;
Hablo de ser madre,
del trabajo mas difícil y mas altruista que existe
sin escuela ni diccionario,
sólo el corazón, el hacer y el tiempo,
tiempo que me arrebata
con mirada y sonrisa pilla
la señorita pedorreta.