Es la
primera vez que no vuelvo a casa contigo. Es una sensación extraña aunque no nueva, me
emociono al pensarlo. Y ahora que tengo al
fin el silencio y el tiempo, comienzo a escribir para curarme esta nostalgia de
enero. Así como deseo que la vida me
devuelva mis otros yos, el de mujer, pareja, amiga, profe...del mismo modo
siento ya inevitablemente la añoranza de este tiempo maravilloso que hemos
pasado juntas. Con el segundo hijo todo
es más fácil, ya no es terreno desconocido, te hace ser madre más tranquila y
segura de ti misma, aunque no nos engañemos, dos hijos pequeños, ¡uf!, el
trabajo nunca acaba. Empiezas temprano,
generalmente a eso de las seis y media y es un sin cesar de cosas por hacer,
una detrás de la otra, que se enumeran como desayunos, vestirse, pipí la una,
pañal la otra, ordenar juguetes, preparar los tupper de la escuela, bibe, intentar
en medio de todo eso repetir la operación pero esta vez tú...sólo cuando eres
madre de más de uno entiendes cuando otra mamá te dice que ansía el silencio,
que necesita salir de casa ella sola un rato... Es una tarea alucinante ésta de
ser madre sin dejar de ser el resto de cosas... Pero finalmente, todo llega. Amélie en la escuela todo el día, Elena en la
guardería por primera vez. Yo frente a
la página en blanco con horas y horas por delante para mí. Contigo Elena, ya había comprendido muy bien
que todo pasa y todo llega, por eso he querido tomarme este tiempo contigo y
tratar de disfrutarlo a pesar de todo lo que conlleva y creo que lo he
conseguido, contigo y con tu hermana, sobre todo los meses de septiembre y
octubre mientras Amélie fue a la escuela solo por la mañana. Porque los bebés no vuelven. Y papá y yo
sabemos que tú serás la última.
Melena,
mi osito de peluche mimoso. Melena, así
te llamaba tu hermana cuando naciste.
Qué grande, el amor de hermana, te amaba aún sin conocerte. Melena, es como decir “mi Elena”, porque eres
suya, eres nuestra. Mi niña pequeña, que
tengas un buen día. Te quiere, mamá.
Quiza porque también soy madre de dos hijos pequeños tus palabras hacen -una vez mas- que se me salten las lagrimas. De emocion, pero también de comprension.
ResponderEliminarDisfruta de esta nueva etapa que empieza, la una en la guarde, la otra en el cole. Porque también esto pasa. Y siempre hay otras cosas que llegan.
Un beso muy fuerte desde la distancia, super mama. Y otro para tus nenas.