30 de agosto de 2012

De supositorios y hemorroides


Corría el año 2006 cuando lo tuve por primera vez en mi clase, en el segundo año de español.  Aún en la enseñanza de adultos prevalecen los arquetipos y él me pareció el típico empollón.  Lo creí en principio un tipo muy serio y aplicado, con gafas, del mundo de la informática, nunca me imaginé que tenía corazón de poeta.  A medida que pasaban las semanas fui sabiendo más de él, que trabajaba en la misma empresa de Alex, que era el hermano de una compañera mía de esa misma escuela, que estaba casado y tenía dos hijos, que le gustaba escribir poesía, que había estado en El Burgo y en el Cañón del Río Lobos.  Hizo una presentación sobre Castilla y León que fue sencillamente genial.  Un powerpoint brillante, divertido, con música, anuncios de productos locales, bromas e incluso alguna foto mía robada de internet para incluirme en el “paseo turístico soriano”.  Aún la tengo por ahí en un cederrón.  Ya entonces se atrevía con la poesía en castellano.  Tuve el privilegio de leer alguna.  Lo volví a tener al año siguiente en el tercero, pero éste no lo terminó.  Abandonó a mitad de curso.  Más tarde supe de la separación y el engaño, de su escapada a la India, de ciertas relaciones fallidas e imaginé que entre tanto altibajo la única que permanecía a su lado era la poesía.  Y debió de ser así porque en unas semanas presenta su libro de poemas “Hemorroides y supositorios”, poemas escritos en formato de receta.  ¿Se puede ser más original? La presentación tendrá lugar en el hospital psiquiátrico de Gante.  Sobran los comentarios.  No hay que ser muy listo para deducir que la poesía fue su terapia y su medicina.  Cuando el otro día cayó la invitación en mis manos, ésta me arrancó una sonrisa.  Fue uno de esos momentos en que uno sabe que hay conexiones raras entre gente en el universo.  Sobre todo en el universo de los escritores.  Publicados o no.  Cuento los días para estar allí en esa presentación y que me “recete” unos poemas aunque sean en flamenco.  Yo le sorprenderé con la traducción libre del que incluye en la invitación y que adjunto a continuación.  Dicen que cuando un escritor publica un libro es una sensación parecida a la de tener un hijo.  Yo sueño con poder constatarlo algún día.
ARRUGAS
Se ramifican por tu piel
como los anillos de un árbol
van tatuando las emociones más preciadas
para siempre
ofrecer resistencia
sería en vano
tarde o temprano
todos nos arrugamos

RIMPELS
Ze benerven je vel
met jaarringen
leggen je favoriete
emotie voor altijd vast
weerstand bieden help niet
Uiteindelijk plooit iedereen

2 comentarios:

  1. ¿Puede asisitir quien quiera a la presentación del libro? ¿Aceptarías la compañía de otra escritora frustrada?
    Es que me pica mucho la curiosidad por conocer a un tipo tan curioso...

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  2. Pues mira con mucho gusto!!! pq pensaba ir sola aunque rellené en la invitación dos personas. Ya hablamos y te cuento xx

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