La señorita pedorreta
Poema a mi hija en el día de la madre
Hablo de amamantar
del sacrificio o del sacro oficio
del cansancio perenne y las noches rotas
de las manitas frías estremeciendo mi abdómen en la madrugada callada
del hambre canina despues de cada toma
de los kilos que se entretienen jugando al yoyó.
Hablo del regalo de verte dormida junto a mi pecho;
de tu olor imprescindible que es el nuestro, el de tu padre y el mío.
Hablo del paso ya del tiempo en pequeñas cosas:
la ropa, achicándose, va llenando las cajas de pañales;
tu cochecito,
ayer cuna improvisada de tus dormitares diurnos,
queda hoy relegado a su funcion de paseo.
Hablo de tus pequeños grandes logros:
mantener la cabeza para no perderte detalle del mundo,
fijar la mirada en objetos,
agarrar las cosas que te acercamos,
los gorjeos, gritos, risas,
la amplia gama de llantos;
Hablo de ser madre,
del trabajo mas difícil y mas altruista que existe
sin escuela ni diccionario,
sólo el corazón, el hacer y el tiempo,
tiempo que me arrebata
con mirada y sonrisa pilla
la señorita pedorreta.
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